martes, 13 de noviembre de 2007

ODA ESCRITA EN 1966

Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete
que, alto en el alba de una plaza desierta,
rige un corcel de bronce por el tiempo,
ni los otros que miran desde el mármol,
ni los que prodigaron su bélica ceniza
por los campos de América
o dejaron un verso o una hazaña
o la memoria de una vida cabal
en el justo ejercicio de los días.
Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos.

Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo
cargado de batallas, de espadas y de éxodos
y de la lenta población de regiones
que lindan con la aurora y el ocaso,
y de rostros que van envejeciendo
en los espejos que se empañan
y de sufridas agonías anónimas
que duran hasta el alba
y de la telaraña de la lluvia
sobre negros jardines.

La patria, amigos, es un acto perpetuo
como el perpetuo mundo. (Si el Eterno
Espectador dejara de soñarnos
un solo instante, nos fulminaría,
blanco y brusco relámpago, Su olvido.)
Nadie es la patria, pero todos debemos
ser dignos del antiguo juramento
que prestaron aquellos caballeros
de ser lo que ignoraban, argentinos,
de ser lo que serían por el hecho
de haber jurado en esa vieja casa.
Somos el porvenir de esos varones,
la justificación de aquellos muertos;
nuestro deber es la gloriosa carga
que a nuestra sombra legan esas sombras
que debemos salvar.

Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante,
ese límpido fuego misterioso.


Jorge Luis Borges

martes, 30 de octubre de 2007

Otro color, otras figuras geométricas

Magenta o fucsia,
oro,
turquesa,
lavanda,
negro, canela, marrón,
amarillo y verde
en el Brasil,
que mezcla iguales elementos
a los nuestros.

aguamarina o rosa,
cuadros violeta, círculos naranja,
rombos en ciruela,
ocres espirales discontinuas,
línea que asciende recta diagonal oblicua
del claro al vivo mar oscuro olivo,
maíz, manzana y zarza,
hoz y martillo, soles y constelaciones,
medialuna o cruz, águila o serpiente,
un signo inequívoco de la antigua grandeza
que se despliega en el aire,
como en el México de corrientes simultáneas
a las nuestras.

sí,
pudo ser otro color,
otras figuras geométricas
mostradas en la tela
las que tomaran los abuelos
para reconocer las islas,
para avivar la patria,
para escribir sus himnos y cantares,
para estremecer sus vidas
y ofrecerlas;
pudo ser.

pero
cae la tarde polícroma
en los nuevos cielos de Bahía:
azul y blanco sobre rojo,
cae la tarde dulce y polícroma
en la ciudad de las columnas:
azul y blanco sobre rojo,
cae la tarde dolorosa
en las graves tierras matanceras,
en las villas gastadas del centro:
azul y blanco sobre rojo,
cae la tarde infinita
en Guáimaro y Montecristi,
cae sucesiva la tarde
en Jimaguayú,
en San Lorenzo,
en Dos Ríos,
en Las Damas,
en San Pedro:
azul y blanco sobre rojo,
triángulo y rectángulos y estrella solitaria
en Nueva York y Tampa y Jarao y Baraguá,
en Artemisa y Santiago y La Reforma:
triángulo y rectángulos y estrella solitaria,
azul y blanco sobre rojo,
azul y blanco sobre rojo
en las tardes polícromas de Cuba:
triángulo y rectángulos y estrella solitaria.

pudo ser otro el color,
otras las figuras geométricas
mostradas en la tela;
sí, pudo ser.

pero cae la tarde polícroma en los cielos patrios,
la tarde dolorosa y dulce
en las voces de los vivos y los muertos,
cae la tarde infinita y sucesiva de los cayos y las islas
para volver mañana como antes se avivaba:
que no deben flotar dos banderas
donde basta con una:
azul y blanco sobre rojo
triángulo y rectángulos y estrella solitaria.

¿puede ser otro el color?
¿otras las figuras geométricas mostradas en la tela?
¿acaso pueden ser distintas las palabras
para escribir sus himnos y cantares?


Edel Morales